Por denunciar la corrupción y la venta de drogas, grupos priistas amenazan de muerte al sacerdote y habitantes de Simojovel, Chiapas

25 de junio. En Simojovel, Chiapas, está en juego el poder económico y político, y atrás o al lado de todo esto, está la venta de drogas. Después del arresto de tres personas, militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por posesión de armas y drogas; líderes priistas, incluso de otros pueblos, amenazaron de muerte al sacerdote Marcelo Pérez Pérez, a catequistas y a otros habitantes.

En Simojovel, Chiapas, está en juego el poder económico y político, y atrás o al lado de todo esto, está la venta de drogas. Después del arresto de tres personas, militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por posesión de armas y drogas; líderes priistas, incluso de otros pueblos, amenazaron de muerte al sacerdote Marcelo Pérez Pérez, a catequistas y a otros habitantes. Todo se agudizó cuando en el mes de marzo, más de 15 indígenas del pueblo creyente de Simojovel, peregrinaron por 240 kilómetros, hasta la capital chiapaneca, para exigir al gobierno del estado que no querían ser gobernados por narcopolíticos. El pasado 16 de junio, un grupo de priistas con machetes y palos en las manos, se congregaron en las oficinas de la Confederación Nacional Campesina (CNC). “Durante todo el día se escucharon rumores de que este grupo iba a tacar a la iglesia a la media noche y sacarme a la fuerza para matarme, fueron momentos tensos porque la alerta estuvo todo el día”, manifestó el sacerdote Marcelo Pérez. El grupo de priistas culpan tanto al sacerdote como a los catequistas del encarcelamiento de sus compañeros, y según informó Pérez, algunos habitantes escucharon decir que iban a secuestrar a varios integrantes del Consejo Parroquial para presionar la excarcelación de los tres hombres. El 22 de junio, un grupo de aproximadamente 10 personas altamente armadas allanaron las instalaciones de una cooperativa de comercio justo creada por la iglesia, pero no se robaron nada. “Es la segunda vez que hacen esto, y no se han llevado nada, es para fomentar el miedo”, detalló el sacerdote chiapaneco. Durante los siguientes días se dieron otras acciones de hostigamiento, desde amenazas de muerte hacia Pérez Pérez y algunos defensores y habitantes. La comunidad solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuatro medidas cautelares por el grado de las amenazas. “Lo que está sucediendo ahora en Simojovel es el reflejo de lo que se vive tanto en el estado como el país, un sistema político, corrupto, gobernado por narcopolíticos”, manifestó el sacerdote Pérez. El pueblo creyente de Simojovel, está a favor de la vida, y manifestaron que seguirán defendiéndola con sus acciones no violentas como las peregrinaciones, el ayuno o incluso las huelgas de hambre. “Las pasadas elecciones nos volvieron a confirmar que no estamos en un país democrático, donde uno comicios estuvieron marcados por la corrupción, el engaño, donde hubo incluso muertos; eso quiere decir que hay que buscar otras formas de nombrar a nuestros representantes.”, refirió el sacerdote chiapaneco.