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martes, 3 de febrero de 2015

10 meses para salvar el mundo

Hace algún tiempo, un científico partió a hacer su recorrido anual por el océano Ártico ruso para observar cómo unas columnas de metano salían borboteando gas tóxico desde el interior del océano. No era la primera vez. Ya había visto cientos de ellas de más o menos un metro de ancho expulsando a la atmósfera un gas 50 veces más dañino para el clima que el dióxido de carbono. Pero esta vez, cuando se encontró la primera, no se lo podía creer. Había crecido hasta convertirse en una gigantesca columna de gas de un kilómetro de ancho entrando en nuestra atmósfera. Continuó navegando y se encontró otra columna igual, y otra, y otra más. Había cientos de ellas. Esto podría ser justo lo que nos habían advertido los expertos. A medida que la tierra se calienta, genera "puntos de inflexión" que aceleran el calentamiento de forma descontrolada. Con las subidas de temperatura, se derrite el hielo del océano Ártico, destruyendo el gigantesco 'espejo' blanco que refleja el calor y lo devuelve al espacio. Esto lleva a un mayor calentamiento del océano, que hace que a su vez se derrita más el hielo, y así sucesivamente, en una espiral sin freno. En 2014, todas las mediciones se salieron de las gráficas -- ha sido el año más cálido de la historia desde que hay registros. PODEMOS parar este proceso si actuamos juntos y con urgencia. Ante esta pesadilla para nuestra supervivencia, tenemos la oportunidad de luchar por un futuro mejor para nuestros hijos y nietos: un mundo más verde, limpio y en sintonía con la tierra que nos ha dado la vida. Nos quedan 10 meses hasta la Cumbre de París, reunión en la que jefes de gobierno decidirán el destino de nuestros esfuerzos para combatir el cambio climático. Parece mucho tiempo, pero no lo es. Tenemos 10 meses para conseguir que nuestros líderes acudan a esa cita, reciban nuestro plan de acción y rindan cuentas. Somos nosotros contra las grandes petroleras, los cínicos y los pesimistas. Podemos ganar, debemos hacerlo, pero para conseguirlo hay que abrir 2015 por todo lo alto, recogiendo promesas de donación de solo unos pocos euros o dólares que apoyen nuestro trabajo durante este año. Solo haremos efectivas las donaciones si conseguimos nuestra meta. Por el mundo que todos soñamos, hagámoslo realidad. El pesimismo ante el cambio climático es inútil y paralizante. El tiempo se acaba, es verdad, pero está absolutamente en nuestras manos frenar esta catástrofe. Basta con dirigir nuestras economías (dependientes del petróleo y el carbón) hacia otras fuentes de energía. Este cambio nos unirá como nunca antes, generando un compromiso profundo y una red de cooperación para proteger nuestro planeta. Es una hermosa posibilidad y el tipo de futuro que Avaaz quiere impulsar a toda costa. Afrontar este problema va a requerir cabeza, corazón y altísimas dosis de esperanza. Este es el plan: Mantener el Impulso -- La Marcha Ciudadana por el Clima, encabezada por nuestra comunidad, fue un gigantesco elemento de cambio en el juego político. Fue mágico, y hemos visto resultados concretos en las políticas nacionales. Sin embargo, las compañías petroleras se están preparando para contraatacar y debemos estar listos. Convertir a Hollande en un Héroe -- El presidente francés, François Hollande, presidirá la cumbre de París, un puesto que le otorga un gran poder. Necesitamos que presione a favor de un acuerdo altamente ambicioso. Tanto él como una gran parte de su gabinete ya se han reunido con representantes de Avaaz, ¡e incluso se ha ofrecido a bautizar el acuerdo de París con el nombre de una joven socia de Avaaz! Solo tenemos que asegurarnos de que no dé marcha atrás cuando las cosas se pongan difíciles. Ir un Paso Más Allá -- La dimensión de esta crisis exige que vayamos más allá de las técnicas de campaña convencionales. Es hora de articular acciones no violentas, fuertes y directas que capturen la imaginación, transmitan la urgencia del momento e inspiren a la gente para actuar. Nuestra marcha por el clima fue el paso uno. Para el paso dos, pensemos con la mentalidad que desencadenó el movimiento de los estudiantes chilenos, el 15-M y Occupy. Denunciar a los Saboteadores -- Multimillonarios como los hermanos Koch de EE.UU. y sus compañías petroleras son los mayores boicoteadores del cambio climático. Financian ciencia basura para confundirnos y gastan millones de dólares en publicidad engañosa, mientras compran sistemáticamente a los políticos. Tenemos que denunciar y contrarrestar sus terribles e irresponsables acciones con periodismo de investigación y mucho más. Definir el Acuerdo -- 195 gobiernos en una habitación pueden resultar inútiles incluso ante una catástrofe planetaria. En mitad de la maraña de complicadas conversaciones políticas, tenemos que definir las líneas rojas del acuerdo y que la prensa y la política se organicen en torno a ellas. Nuestro enfoque principal: el compromiso claro de alcanzar un mundo sin emisiones de carbono, impulsado por energías 100% limpias. Eso es lo que pondrá a la industria de combustibles fósiles sobre aviso y hará que la inversión privada migre hacia las energías renovables de forma masiva.

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